La isla vecina, que se divisa hacia el sur en un día despejado y apodada “La Reina Inmaculada y Preservada” por sus 2000 habitantes, fue escenario del “Rum & Lobster Fest” del 5 al 12 de noviembre.
La Oficina de Turismo de Saba impulsó el festival que atrajo a nuevos visitantes atraídos por este original evento.
En el festival participaron quince restaurantes. Cada uno de ellos había elaborado suculentas recetas a base de langosta, acompañadas de verduras y especias locales y condimentadas con los numerosos rones dispuestos “Unspoiled Queen Liquors”.
En este sentido, cada domingo se realiza una degustación de estos rones en el Tropics Café de Windwardside, segunda localidad de Saba, siendo el principal “The Bottom”. Cada participante deberá adivinar qué frutas y especias les dan sabor.
No olvide las dos atracciones históricas que son las sublimes caminatas que incluyen la famosa subida a la cima del volcán y el buceo. Imprescindible en el Caribe.
Saba: una isla verdaderamente única
Cristóbal Colón habría descubierto esta pequeña isla durante su exploración en 1493, pero no le habría parecido de ningún interés. Durante mucho tiempo, la isla vio una sucesión de nuevos soberanos. Sin embargo, desde 1816 pertenece definitivamente al Reino de los Países Bajos. Durante siglos, los sabeos se ganaron la vida con la navegación y la pesca. Los habitantes hicieron habitable la isla sólo con sus manos. Los ejemplos más bellos son los caminos excavados en la roca de la montaña.
Saba es un antiguo volcán cuya cumbre se eleva a una altitud de 877 metros. Su superficie es de 13 km², un poco más de la mitad de St. Barths.
El famoso Banco Saba (en inglés: Saba Bank)
Se trata de un arrecife de coral y un atolón sumergido al sur de Saba, un paraíso para los amantes del buceo.
Por superficie, es el atolón en crecimiento activo más grande del Océano Atlántico. Siempre ha sido una zona de pesca popular. El Banco de Saba se convirtió en parque nacional en 2010 para proteger su rica biodiversidad. La abundante pesca de langosta, que también abastece a Saint-Martin, tiende a estar regulada.
El parque del hotel
Nos alojamos en “Cottage Club”, un hotel tradicional formado por bonitos bungalows muy confortables con piscina y vistas al mar, un auténtico placer.
Saba cuenta con alrededor de 130 alojamientos entre habitaciones de hotel y cabañas.
Lo probamos y disfrutamos durante nuestra estancia.
-Bizzy B Café & Bakery en Windwardside por su café y pasteles
-Restaurante Ocean Club por sus tacos de langosta.
-Degustación de ron en Tropics Café y cena que incluye una legendaria sopa de langosta.
-Desayuno en Sabor Isla, arriba.
-Almuerzo en Bubba de entrada (con visita a su bonita y muy bien surtida bodega), y el resto en Saba Gourmet con termidor de bogavante y suculentos postres.
Sin olvidar el museo Harry L. Johnson que recorre la historia y la vida de Saba, así como el taller de “Marie de Saba”, una francesa que diseña magníficas joyas y enseña su arte. Otros artesanos locales también ofrecen creaciones únicas por descubrir.
Epílogo
A 15 minutos de nosotros hay una pequeña isla tranquila y relajante, en la que pasarás maravillosos momentos de relajación y, para los más deportistas, de exploración pero también de gastronomía. Volverás encantado.
Más información: www.sabatourism.com
Desplazamiento:
$160 ida y vuelta Sxm-Saba en avión – www.fly-winair.com
$110 ida y vuelta en barco – www.makanaferryservice.com
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