Desde el 1 de enero, los conductores de dos o tres ruedas motorizadas han tenido que llevar un chaleco amarillo a bordo, como los automovilistas, según un decreto publicado en mayo en el Diario Oficial. En caso de inmovilización, el conductor debe usar este chaleco antes de salir de su vehículo. Sin este accesorio a bordo, los delincuentes corren el riesgo de una multa de 11 euros y 135 euros si no lo usan después de una parada de emergencia. Como recordatorio, "los ciclistas que viajan de noche fuera de las zonas urbanas o durante el día en condiciones de poca visibilidad deben usar un chaleco fluorescente de seguridad aprobado con una marca CE", según el gobierno.
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