“Recolectamos durante unas dos horas”. No fue un sol abrasador lo que desanimó a Audrey Barbès, presidente de Clean Saint-Martin, y veinte participantes de limpiar la parte occidental del estanque de Chevrise.
Tanto adultos como niños han aceptado el desafío. Guantes en mano, ayudaron a llenar un contenedor de basura. "Pesaba una buena tonelada", señala Audrey Barbès. Botellas de vidrio masivas, chapas, papeleras de aluminio o incluso contenedores de basura, e incluso… una moto de agua, fueron evacuadas gracias a la asociación ecologista Clean St Martin.
Sensibilizando a los niños
Entre los veinte participantes, cinco eran niños, ¿es este el comienzo de la toma de conciencia?
Audrey Barbès: Especificamos la dificultad de acceso para cada una de nuestras misiones, algunas son más complicadas porque hay que subirse a piedras para llegar al sitio de limpieza, otras son más sencillas. Después, es voluntad de los padres que deseen sensibilizar a sus hijos sobre estos valores. _ordenador personal
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