El caso fue examinado recientemente por el tribunal de Sint Maarten.
A principios de septiembre de 2020, el propietario de un piso comunica por WhatsApp a su inquilino que desea rescindir el contrato de arrendamiento a partir del 30 de noviembre. El inquilino acepta el contrato.
A mediados de noviembre, el inquilino solicita un indulto. El propietario se niega alegando que ya ha encontrado otro inquilino, sin embargo le autorizará a dejar algunas pertenencias durante una quincena de diciembre. El 30 de noviembre, el propietario, acompañado por policías, acudió a dicho apartamento y evacuó él mismo las pertenencias del inquilino. Se iniciaron entonces los procedimientos judiciales, acusando el inquilino a su arrendador de haber entrado en el alojamiento sin su consentimiento y de haber dañado sus pertenencias. El inquilino pide $15 por los daños sufridos; el dueño $000 por reparaciones para restaurar el local.
El juzgado indica que si el arrendador quería desalojar al inquilino, debería haber iniciado tal procedimiento contra él y no haber acudido él mismo a vaciar el local. Para el tribunal, esto es de hecho un acto ilegal. Sin embargo, considera que el arrendatario no ha sufrido ningún daño (ni moral ni material), al menos que no aporta pruebas.
En cuanto a la solicitud de indemnización del propietario, también fue rechazada por el tribunal por falta de documentos justificativos.
(soualigapost.com)
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