Philipsburg, la capital del lado holandés, ha sido una de las más afectadas por la pandemia de Covid-19. La principal fuente de ingresos de la ciudad proviene de la una vez vibrante industria del turismo de cruceros que ha estado en dique seco durante más de un año.
Mientras esperan ver atracar los numerosos cruceros en el puerto de Philipsburg, son los residentes y algunos turistas quienes llaman a los distribuidores de tarjetas y las cajas registradoras de las empresas.
“Estamos muy agradecidos de beneficiarnos del apoyo local que nos permite continuar nuestra actividad”, subraya el empresario y propietario de Klass Electronics, Ramesh Mahtani antes de agregar “La actividad económica ha disminuido significativamente debido a la limitación de viajes, tanto regionales como internacionales. Esperamos que la vacuna comience a estabilizar la situación global. Podemos apostar que los viajes y los cruceros volverán a recuperarse hacia finales de año y ayudarán a reactivar la economía ”. _AF
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