Cuando un maestro de arte, el hijo de un granjero, decide mezclar estos dos aspectos de su vida, ¿le da un árbol, a medio camino entre la obra de arte y la revolución científica, capaz de producir 40 variedades diferentes de fruta?
Sam Van Aken es profesor de arte en la Universidad de Syracuse en el estado de Nueva York en los Estados Unidos. También es dueño de una antigua huerta en la que viejas especies de frutales, aunque envejecidas, han resistido los estragos del tiempo. Su creatividad unida a sus habilidades "agrícolas" le permitió tener una idea cuya realización nos sumerge directamente en un cuento fantástico-futurista. Sam Van Aken ha creado un árbol frutal capaz de producir 40 especies de frutas, desde ciruela hasta cereza, albaricoque, melocotón o nectarina. Solo hay frutas de hueso y solo variedades antiguas. Le tomó 5 años de trabajo lograr este resultado digno de un lienzo impresionista. 5 años durante los cuales hizo esquejes de un tronco de ciruelo, que se dice que es más sólido que las otras especies que quería preservar. Sobre este tronco injertó minuciosamente rama a rama todas las especies que quería conservar, cuidando de anticipar las armonías de colores durante las distintas floraciones y fructificaciones. Un resultado mágico que parece provenir de un cruce entre Monet y Miyazaki. _NÓTESE BIEN
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