Este bien podría ser el mayor atraco del siglo... en el negocio de los osos polares de peluche. Uno de estos animales, que pesa 220 kg y mide casi tres metros de altura, fue efectivamente robado en enero de un antiguo hotel al norte de Edmonton, en Alberta, Canadá.
Un extraño robo que dejó atónita a la comunidad local: “Deben haber planeado esto al cien por cien”, dijo Wanda Rowe, directora ejecutiva de Lionsheart Wholeness Center, un centro especializado en curación y educación indígena y propietario del Lily Lake Resort, el propiedad donde se cometió el robo. Este robo recién se detectó el 22 de enero, pero según el gerente se remonta al 13 de enero, día en el que se produjo una ola de frío y las patrullas de seguridad no pudieron circular. Según lo indican las marcas dejadas en el suelo, los delincuentes cortaron los cables que sujetaban al oso y luego lo arrastraron por las escaleras del balcón del segundo piso donde previamente había sido entronizado. Los ladrones finalmente salieron por la puerta principal, donde los esperaba un camión. Lamentablemente, esta no es la primera vez que se comete un robo de esta naturaleza en la propiedad. En agosto de 2023 ya habían robado dos mapaches disecados. En total, todos estos robos suponen unos daños de unos 35.000 dólares canadienses (24.000 euros). Se está llevando a cabo una investigación, dirigida por la policía local de Redwater de la Real Policía Montada de Canadá, que actualmente busca posibles testigos o rastros de anuncios de venta en Internet. Mientras tanto, este nuevo robo conmovió visiblemente a Wanda Rowe. “Él era realmente un ícono aquí, y es extraño pasar por allí y no verlo más”, se lamenta. Harry, el nombre que recibe este oso polar de peluche, se habría sentado por primera vez en el pasado en el Red Barn, un bar que albergaba conciertos de Johnny Cash. Luego aterrizó en Lily Lake Resort, donde el bar y el restaurante recibieron su nombre.
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