En Francia, Estados Unidos o África, los fabricantes de alimentos son demandados regularmente por poblaciones locales porque recogen agua de los sótanos para embotellarla y comercializarla; se les acusa de comprar terrenos en los que se encuentran manantiales para explotarlos. Las poblaciones los acusan de apropiarse del recurso para venderlo (y así lucrarse) y de secar las napas freáticas en perjuicio de las cosechas.
En Francia, la propiedad del sótano está definida por el código civil que también se aplica al territorio de la comunidad de Saint-Martin. El artículo 552 estipula que el propietario de un solar es dueño del suelo en la superficie pero también del subsuelo hasta el centro de la Tierra. Es decir, si hay una fuente en el suelo, el dueño es libre de explotarla como quiera. a condición de que las aguas que manen de esta fuente no formen un curso de agua.
Si las aguas que salen de la fuente forman un arroyo, entonces se considera que tienen el carácter de aguas corrientes públicas. La fuente y las aguas no pertenecen al dueño del terreno sino a la comunidad en el sentido general del término y el dueño del terreno no tiene derecho a desviar las aguas.
Por lo tanto, la cuestión es identificar los manantiales ordinarios y los manantiales que tienen un caudal suficiente para formar una corriente real. En 2019, agentes de la agencia de biodiversidad vinieron a Saint-Martin para hacer un inventario de los barrancos. Habían identificado sobre el terreno una decena de ríos del lado francés, que había que cartografiar, catalogados oficialmente por primera vez.
Además, está la cuestión de los pozos. Uno de los más conocidos, al menos el más utilizado, es el de la fuente del aparcamiento frente al estadio de Marigot, rue de Hollande. Todos los días los vecinos vienen a llenar los tanques. Las empresas también vienen a llenar sus camiones cisternas para vender agua a particulares. Esta agua captada -que no está sujeta a análisis sanitarios y por tanto no se puede beber- procede de un pozo situado en terrenos comunitarios.
En Saint-Martin, la explotación del agua del sótano es un problema. La lista RSM también lo ha integrado en su programa. “Detener la destrucción de pozos y rehabilitarlos para beneficiarse de un suministro suficiente de agua; arreglar con el Estado la propiedad del agua ubicada en el sótano” son dos medidas que la RSM desea implementar.
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