Con el paso de Irma, algunas guarderías en Saint-Martin han cerrado. Hoy funcionan tres estructuras en el lado francés y ofrecen una capacidad de alrededor de cien lugares. “Que es muy poco en comparación con la cantidad de nacimientos y las solicitudes en el territorio”, declara un profesional. Se registran en promedio entre 500 y 600 por año.
Si las capacidades de acogida se alcanzan fácilmente, la contratación de personas es, en cambio, mucho más complicada. Un director subraya la dificultad de contratar localmente a profesionales cualificados. Para poder trabajar en una guardería, es obligatorio un CAP en la primera infancia, un diploma estatal de auxiliar de puericultura o educador de la primera infancia.
Ante esta escasez de personal, el gobierno decidió autorizar la contratación de personas no cualificadas. Se pueden conceder excepciones a las condiciones de los títulos a personas en función de su formación, su experiencia profesional anterior, etc.
Las personas se beneficiarán del apoyo al empleo durante sus primeras 120 horas de práctica profesional.
Para ver si el dispositivo también beneficiará a las estructuras de Saint-Martin.
(soualigapost.com)
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