El veredicto recayó en los comerciantes de la posada del mar. El lunes 17 de diciembre, el tribunal administrativo rechazó la solicitud de suspensión de los trabajos de demolición del edificio solicitada por los comerciantes en un proceso sumario. Sujeto a una orden de peligro emitida por el presidente de la COM, se supone que el edificio será destruido.
El trabajo se reanudó el martes en la primera mitad del edificio mientras los comerciantes continúan su actividad en el otro lado de las puertas.
Una semana antes de Navidad, y en plena temporada turística, dicen estar “molestos”. “Esperábamos que se nombrara a un experto para verificar el estado del edificio”, explican. Viven y trabajan día a día, sin saber a dónde irán si finalmente son deportados.
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