Sopa, arroz, pollo, costilla o ensalada, este fin de semana, los beneficiarios del Abrigo aprovecharon una jornada de parrillada.
Así, se sirvieron 46 comidas con música, antes de pasar a un momento lúdico. Los diferentes usuarios pudieron participar con los trabajadores sociales en juegos de mesa como el dominó o las damas. Una forma según Audrey Gil, directora de la asociación, de “salir de la cotidianidad y crear un vínculo”.
Como recordatorio, la asociación Le Manteau de Saint-Martin trabaja desde 1998 con los más precarios. Cada verano, este momento de convivencia alrededor de la barbacoa sigue siendo esencial tanto para los empleados como para Audrey Gil para crear un vínculo en torno a un momento de convivencia. La asociación Le Manteau se ocupa de la acogida, el alojamiento, el apoyo y la integración de personas o familias en graves dificultades para facilitarles el acceso o la recuperación de su autonomía personal y social. _ordenador personal
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