El 27 de diciembre de 2020, alrededor de las 6:50 a. m., DR, de 32 años, conducía una motocicleta. Está rodando, en la rueda trasera, cuando choca contra una pared violentamente.
En coma, fue evacuado a Guadalupe y luego trasladado a Francia continental para ser operado por primera vez. Se sometió a un trasplante de nervio; después del accidente ya no sentía su brazo izquierdo. Hasta el día de hoy, DR todavía no puede mover su brazo y no sabe si podrá recuperarlo. Apareció el jueves en el juzgado local por conducir una moto de motocross sin licencia de conducir, seguro, casco y a exceso de velocidad.
“Se infligió a sí mismo el precio de sus delitos”, comentó el fiscal adjunto. “Está viviendo una auténtica pesadilla. Es un sobreviviente de la vida”, admite su abogado. “Mi vida ya no es la de antes”, dice su cliente, padre de dos niños de 2 y 8 años.
DR no tiene memoria del accidente. Sólo puede explicar que quería probar la moto antes de comprarla, “¿mientras no tengas carnet de conducir? comentó el juez.
La fiscalía pedía multas de 135 euros por las supuestas infracciones de cuarta clase así como la obligación de seguir un curso de sensibilidad vial. “Usted podrá testificar y aportar su experiencia a las demás personas que participen en este curso”, justificó; siendo los participantes usuarios de la vía que no cumplieron con el código.
Tras deliberar, el tribunal le condenó a multas de 150 y 135 euros por las cuatro infracciones. DR también tendrá que seguir un curso de sensibilización vial por las razones dadas por el fiscal.
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