MOSTRAR: Manual de usuario de Rockstar

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Durante una noche, François Bry entretuvo, entrenó e instruyó al público reunido en el Théâtre de la Chapelle con su espectáculo titulado “Cómo convertirse en una estrella de rock en menos de 90 minutos”. 

Gran melómano y fantástico guitarrista, este exprofesor de música presentó esta nueva comedia de su autoría ante un público ávido de saber cómo alcanzar el estatus de estrella del rock. La formación acelerada comenzó con una introducción al rock, un estilo musical muy querido por el artista y que está plagado de clásicos que los espectadores estaban encantados de volver a escuchar. La escenografía fue refinada, manteniendo solo lo esencial, a saber, guitarras, amplificadores, micrófonos y dos pantallas para proyectar fotos de figuras emblemáticas del rock. El juego de luces orquestado por Erwan Trotel contribuyó en gran medida a hacer de esta velada un auténtico espectáculo de teatro-concierto. François Bry es apasionado y lo transmite con naturalidad. El texto es vivo, salpicado de juegos de palabras cuyo secreto sólo él tiene, información y anécdotas enriquecedoras, todo ello interpretado con gran despreocupación y un verdadero placer de interpretación. El curso humorístico de 90 minutos intercalado con interludios musicales tocados en vivo con la guitarra da un ritmo que desafía la noción del tiempo, François Bry repasa los consejos y repasa el kit básico para convertirse en una estrella de rock: la mirada, la actitud, el instrumento, los acordes, la letra, la originalidad. 

Gran momento en el que François rindió homenaje a Jimi Hendrix reproduciendo la firma de esta leyenda del rock'n'roll, es decir, jugar con los dientes. El vestuario no se queda atrás y está hábilmente elaborado por Nuria Sala. El profesor no dudó en empujar la burla transformándose en un personaje de ZZ Top, provocando la risa en el público colgado de su guitarra. Público que no dejó de participar activamente en el espectáculo cuando François Bry invitó a una pareja a subir al escenario para una coreografía de Christine Artus que demuestra que pase lo que pase, la música une a las personas. Los entusiastas aplausos al final del espectáculo dieron paso a un bis que confirma el talento en bruto de François Bry. _Vx

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