Las enfermedades cardiovasculares, percibidas durante mucho tiempo como una amenaza masculina, han dado un giro alarmante y se han convertido en la principal causa de muerte entre las mujeres.
Con el 26% de las muertes atribuidas a estas afecciones, son seis veces más importantes que el cáncer de mama. Detrás de estas preocupantes cifras se esconde una serie de factores de riesgo, síntomas poco conocidos y desigualdades en la atención. Desafortunadamente, las Islas del Norte no son una excepción.
¿Qué es un factor de riesgo cardiovascular (CVDRF)?
Un CVRF es algo que aumenta las posibilidades de tener problemas de salud relacionados con el corazón y los vasos sanguíneos, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Hacen que estos problemas sean más probables. Existen varios tipos de ECVR, algunos de los cuales están relacionados con el estilo de vida (como el tabaquismo, el estrés, la mala alimentación o la falta de ejercicio) y otros relacionados con la edad y los antecedentes médicos (como la hipertensión, la diabetes o los antecedentes familiares). Cuantos más FRCV tenga, mayor será su riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares.
Una verdadera emergencia epidemiológica
Uno de los primeros hallazgos llamativos es que más del 80% de las mujeres de 45 años y más tienen al menos 2 factores de riesgo cardiovascular, superando a los hombres de su misma edad. Los habitantes de Saint-Martin y Saint-Barthélémy no son una excepción, al contrario…
En 2013, en Saint-Martin, la tasa de mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio fue de 253/100.000 (en Saint-Barthélemy: 222), cifra superior a la de Guadalupe (206) o la de Francia continental (192). Los menores de 65 años en las Islas del Norte se ven significativamente afectados por la mortalidad prematura: 39/100.000 en Saint-Martin en comparación con Francia continental (24).
Pérdida de suerte y síntomas no reconocidos.
Una sucesión de pérdidas de oportunidades explica esta epidemia cardiovascular entre las mujeres. Los síntomas engañosos juegan un papel clave. Los ataques cardíacos en las mujeres incluyen palpitaciones, dolor de espalda, dificultad para respirar, náuseas y fatiga intensa. Estos síntomas no reconocidos pueden llevar a un diagnóstico tardío. En el caso del accidente cerebrovascular, hay desorientación/confusión, trastornos mentales y dolores de cabeza. Las mujeres llaman al 15 o acuden a urgencias una media de 26 minutos más tarde que los hombres, lo que puede tener graves consecuencias.
Tabaco, sobrepeso, hipertensión y anticoncepción
El número de fumadoras aumentó un 36% (45-54 años) y un 92% (55-64 años) entre 2000 y 2016. El sobrepeso aumenta un 21% (40-54 años). Casi una de cada dos mujeres de 45 años sufre de presión arterial alta (hipertensión). Cuando se trata de tabaco y anticonceptivos, es fundamental dejar de fumar en lugar de tomar la píldora. Su asociación puede ser dramática con el riesgo de trombosis venosa profunda (TVP), embolia pulmonar (EP), infarto de miocardio (IM) y accidente cerebrovascular. La diabetes aumenta el riesgo cardiovascular más en mujeres que en hombres. El estrés asociado con la vida de las mujeres modernas también juega un papel importante.
Tres momentos clave en la vida de las mujeres
La prevención puede centrarse en tres momentos clave: la anticoncepción, el embarazo y la menopausia. Buscar otros riesgos adicionales como síndrome de ovario poliquístico (SOP), endometriosis, edad temprana del primer período antes de los 11 años o tarde después de los 16 años e insuficiencia ovárica antes de los 40 años. Los tratamientos hormonales deben discutirse sistemáticamente en el momento de la anticoncepción y la menopausia. El embarazo es una oportunidad infrautilizada para identificar a las mujeres en riesgo, controlarlas y reducir las enfermedades cardiovasculares en el futuro. Sensibilizar a las mujeres es posible y necesario durante estos períodos.
Prevención-Prevención-Prevención
No nos cansaremos de repetirlo: cuidar tu corazón significa comer sano, reducir el consumo de alcohol, incluyendo una ración de frutas y verduras frescas en cada comida, reducir el consumo de azúcar industrial y hacer ejercicio al menos 30 minutos al día. día, lo que puede reducir el riesgo de mortalidad cardiovascular en un 30%. Las enfermedades cardiovasculares en las mujeres son un problema de salud pública. La creación de vías de atención cardioginecológica, la mejora de las prácticas médicas, la sensibilización de las mujeres y la implicación de las autoridades públicas son necesarias para reducir esta epidemia.
Cuídate a ti mismo y a tu corazón. _FS
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