"Queremos poner hoy sobre la mesa la situación de un individuo pero que podría preocupar a mucha gente ... Un hombre debe vivir en una casa y para tener una casa, hay que tener un terreno", declaró el colectivo para presentar la segunda demanda. durante la reunión del martes con el Estado y la COM.
Esta reclamación se refiere al problema de la tierra de la familia Webster en Griselle, cuyo hijo y padre estuvieron presentes en la reunión en la prefectura para explicar su situación: el padre compró tierras en 1985 a uno de los herederos de la familia Beauperthuy (que también era un miembro de su familia) y esta tierra fue subastada recientemente y comprada por otra persona que construyó una estación de servicio. La familia Webster le pide al gerente de la estación que les pague el alquiler, pero él se niega alegando que ella no es propietaria del local.
El prefecto recordó que este caso había sido objeto de un proceso judicial durante 50 años y que se trataba de 300 herederos. Trató de dejar en claro que el bisabuelo que vendió la tierra a la familia Webster no debería haberlo hecho, ya que esta tierra era parte de la propiedad y la tierra disputada por los herederos. El prefecto se ofreció a organizar una reunión entre la familia Webster, su abogado y el gerente de la gasolinera y ser el mediador.
Luego, el colectivo pidió al prefecto que interviniera ante la justicia y le hiciera entender que "si ella tomaba la decisión equivocada", habría consecuencias en el territorio. "Saint-Martin podría ser el Bagdad de las Indias Occidentales", lanzó un miembro del colectivo. El prefecto respondió que no podía presionar a la justicia.
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