Desde el pasado lunes, dos proyectos de ley han reavivado el debate sobre la legalización de la muerte asistida para personas que padecen una enfermedad grave e incurable. Una pregunta delicada que divide y exige matices.
Deyón (Director de la escuela de danza): Estoy en contra de la idea de matar a una persona. Aunque entiendo que una persona que está sufriendo terriblemente quiere tomar sus propias decisiones cuando se trata de su propia vida. Pero quiero creer que la ciencia puede encontrar soluciones para aliviar a los enfermos. Personalmente, amo la vida y quiero que todos los que me rodean también la disfruten.
Frédérique (Gerente de Recursos Humanos): No tengo una opinión particular sobre el asunto, pero creo que es una decisión que todos deben tomar. No estoy en contra de permitir el acceso a este tipo de procedimientos a quienes lo deseen. Personalmente, nunca elegiría terminar con mi vida, pero puedo entender por qué algunas personas consideran esta opción si la medicina ya no puede ayudarlas.
Karen (estudiante): No sé, es complicado... depende de muchos factores. Pienso que sobre todo es necesario hablarlo con los familiares y allegados de la persona afectada. Porque si una persona quiere utilizar este tipo de servicios pero la familia se niega, creo que no debemos permitir que eso ocurra.
_Comentarios recopilados por LM
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