Trece años después de conocerse en un servidor de juegos, Sarah Nguyen, una estadounidense de Portland, y Jamie Patel, un británico de Leicester, sellaron su unión... en “MinecraftUna historia de amor nacida en la adolescencia en el universo pixelado del famoso videojuego, que ha evolucionado con el paso de los años, a pesar de los miles de kilómetros que los separan.
Nos conocimos mientras construíamos una aldea medieval en Minecraft. Este mundo virtual se convirtió en nuestro refugio, nuestro hogar compartido, contaron a Wired. De la amistad al amor, su relación creció a través de este universo compartido. Jamie incluso ideó una misión especial para proponerle matrimonio a Sarah en la cima de una montaña virtual. “Él sabía que diría que sí incluso antes de llegar”, dice la joven.
La boda, celebrada el pasado mes de marzo, tuvo lugar bajo flores de cerezo pixeladas, en una catedral de bloques de cuarzo y obsidiana, ante 50 invitados conectados procedentes de ocho países. Para aquellos menos familiarizados con los videojuegos, la ceremonia fue transmitida en Twitch. El evento, personalizado hasta el más mínimo detalle, costó solo $300, incluyendo diseños personalizados y alojamiento del servidor. “Nuestros padres no entendían realmente Minecraft, pero entendieron que éramos nosotros”, señala Sarah.
Mucho más que una alternativa rentable, estas ceremonias virtuales están atrayendo cada vez a más parejas que buscan autenticidad e inclusión. Para Sarah y Jamie, esta boda fue “la verdadera”.
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