Un estudio conjunto del Instituto Jérôme Lejeune y el Hospital Necker-Enfants Malades, publicado en The Lancet Regional Health – Europa, destaca los beneficios de la detección temprana y el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño (AOS) en niños pequeños portadores del síndrome de Down.
El programa Respire 21, lanzado en 2017, demuestra la eficacia del seguimiento a partir de seis meses, repetido cada seis meses durante hasta tres años, asociado a tratamientos óptimos, a menudo quirúrgicos.
Los niños examinados de esta manera muestran un Cociente de Desarrollo 4 puntos superior al de aquellos que se benefician del seguimiento tradicional.
Aunque modesta, esta mejora es significativa y abre oportunidadesincentivando a los empleados para su desarrollo y calidad de vida.
Los investigadores piden que el cribado, actualmente recomendado entre tres y cuatro años, se adelante a un año. Según la profesora Brigitte Fauroux, esto es crucial para maximizar los beneficios.
Sin embargo, el acceso limitado a las pruebas del sueño, como la polisomnografía, sigue siendo un obstáculo. Se lanza convocatoria para desarrollar alternativas sencillas y accesibles.
Esta iniciativa muestra el impacto de la atención preventiva e individualizada, demostrando que la atención combinada y la investigación pueden transformar la vida de los niños con síndrome de Down. _Vx
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