La travesía marítima en el barco Bubble Shop habrá dejado un recuerdo imborrable a sus ocupantes este miércoles 8 de marzo. Una ballena y su cría dieron un espectáculo impresionante durante una temporada particularmente rica en cuanto a la presencia de estos gigantes de los mares en las aguas de Saint-Martin.
Después de un avistamiento de madrugada donde varias personas habían visto la ballena y la cría, el equipo de Bubble Shop y Wind Adventures se embarcó en dirección a Tintamarre. Una vez mar adentro, en aguas de Anguila, ya había dos barcos en el lugar. Habiendo seguido el entrenamiento de Whale-Watcher permitiéndole acercarse a 100 metros de mamíferos marinos, Manu de Wind Adventures agrupó las embarcaciones, dando instrucciones de apagar los motores para una observación estática. Durante una hora, los ocupantes de las tres embarcaciones observaron cómo la ballena y la cría respiraban en la superficie del agua. Tras esta espera, que no se hizo larga en un entorno tan magnífico, la cría empezó a saltar, con toda la energía que podía desplegar, para deleite de los observadores presentes en el canal de Anguila. Alertada por la curiosidad de su cría, la ballena se acercó a las lanchas para lanzarse en un magistral salto mortal a veinte metros de las lanchas. La cría no echó a perder su placer al continuar con sus acrobacias bajo el agua para luego unirse a su madre. Los dos mamíferos marinos se alejaron hacia Scrub Island, en el noreste de Anguila, dejando boquiabiertos a los espectadores. _Vx
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