Cultura: una historia del ron 

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Ya sea adulterado, destilado, blanco, marrón, ámbar, caliente, frío o incluso probado, el ron es mucho más que una bebida. Unificar una cultura de las islas, el oro líquido, ya sea ámbar o blanco, es una defensa de identidad. Tocando los codos en los últimos años en la mesa de los espíritus, el ron se ha hecho un lugar en el sol, robando el espectáculo de los grandes coñacs y otros borbones. Recorriendo paso a paso el camino de los colonos blancos, el de los esclavos, se acerca al oro caribeño. 

La historia del precioso néctar se remonta al establecimiento de colonos franceses en los actuales territorios de ultramar. Es la segunda expedición de Cristóbal Colón que lleva a los europeos a desarrollar la cultura de la caña de azúcar en el Caribe. Sobre la base de sus experiencias y éxitos en el brandy, los franceses erigieron grandes plantaciones dedicadas a la explotación de caña.

El primer rastro de ron se arraiga en la isla de Barbados. Un padre misionero llamado Jean-Baptiste Labat, que tiene un buen conocimiento de las técnicas de destilación, permite la producción de Tafia, también llamado gremio, a saber: Ron. El jugo fermentado por el calor y las levaduras dan una bebida alcohólica como la conocemos hoy. Estas son las diversas mejoras en las herramientas utilizadas para la destilación que han permitido ampliar la calidad de la bebida a lo largo de los años. El ron realmente nace gracias a una buena dosis de oportunidad. Cuando los negociadores comerciales comenzaron a cargar los barriles con la mezcla destilada, no pudieron entender por qué, después de un viaje en un barril de alcohol transparente a la salida de los alambiques, se convirtieron en una mezcla de color ámbar. Se tomaron un poco de tiempo para comprender que fue culpa de los barriles de roble y no de un proceso natural. Esto muestra la improvisación que estaba en la base de la creación del ron. La palabra ron, como se le llama hoy, no apareció en francés hasta el siglo XVII, y fue a partir del 17 que comenzó a extenderse en América del Norte y Europa.

Rechazado durante años y transmitido mundialmente como un alcohol de contrabando, fruto de esclavos, hoy el néctar de los trópicos encuentra sus cartas de nobleza y se invita a la mesa de los espíritus de alta gama. El ron vuelve a estar de moda, en boca de todos y en todas las gargantas. _JB

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